La relación entre la ansiedad y los pensamientos paranoicos

agosto 26, 2025

La ansiedad puede desencadenar pensamientos paranoides a través de mecanismos psicológicos documentados, como la respuesta al estrés, la anticipación de amenazas y la preocupación excesiva, y las investigaciones demuestran que las intervenciones terapéuticas basadas en pruebas abordan eficazmente tanto los síntomas de la ansiedad como los de la paranoia cuando son tratadas por profesionales de la salud mental autorizados.

¿Se ha dado cuenta alguna vez de cómo los pensamientos acelerados de preocupación pueden convertirse en una espiral en la que uno se pregunta si los demás van a por usted? La compleja relación entre la ansiedad y los pensamientos paranoicos afecta a millones de estadounidenses, y comprender esta conexión puede ser el primer paso para encontrar alivio y recuperar el control de su bienestar mental.

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¿Puede la ansiedad causar paranoia? La relación entre la salud mental y los pensamientos paranoicos

Cuando una persona experimenta pensamientos paranoides, suele estar convencida de que los demás quieren atraparla o hacerle daño. Aunque la paranoia se ha asociado a la enfermedad mental, hasta una de cada tres personas ha tenido sentimientos y pensamientos paranoides en algún momento, lo que sugiere que el pensamiento paranoico también es común entre las personas sin enfermedad mental. Las personas con enfermedades mentales tienden a tener delirios paranoides más graves, mientras que las que no padecen enfermedades mentales pueden tener pensamientos paranoides más leves.

¿Puede la ansiedad causar paranoia? Su impacto en la salud mental y las relaciones

Tanto a corto como a largo plazo, la paranoia puede repercutir negativamente en la vida cotidiana de una persona, causándole angustia e interfiriendo en sus relaciones. Los expertos han explorado las posibles causas de la paranoia, y algunos se han preguntado: ¿puede la ansiedad causar paranoia? Las investigaciones sugieren que existen vínculos entre la ansiedad y la paranoia, que exploraremos a continuación.

La ansiedad y la paranoia suelen coincidir

Los expertos han descubierto solapamientos entre las personas que tienen pensamientos paranoides y las que tienen pensamientos ansiosos. La aparición tanto de ansiedad como de paranoia es común en personas con trastornos psiquiátricos y en aquellas que no los padecen. Es importante estudiar la relación entre la ansiedad y la paranoia porque los resultados podrían conducir a tratamientos que ayuden a las personas que experimentan uno o ambos problemas. Las primeras investigaciones han descubierto que la terapia cognitivo-conductual centrada en la ansiedad reduce la paranoia.

Cómo se relacionan la ansiedad y la paranoia con los pensamientos paranoides

Los investigadores han explorado el solapamiento entre la ansiedad y la paranoia, esbozando posibles relaciones entre ambos fenómenos. Algunos expertos han postulado que la ansiedad causa paranoia, mientras que otros creen que la paranoia causa ansiedad. También existen otras variables asociadas tanto a la ansiedad como a la paranoia que pueden ayudar a explicar la conexión entre ambas.

Discernir entre ansiedad y paranoia

Las personas que padecen tanto ansiedad como paranoia pueden tener dificultades para entender la diferencia entre ambos síntomas. Para aclarar, la ansiedad describe cuando una persona experimenta una respuesta de estrés, que puede implicar una variedad de síntomas. Una persona con ansiedad puede experimentar pensamientos preocupantes, tensión muscular y otros síntomas físicos, como un aumento del ritmo cardíaco.

La paranoia describe un tipo específico de pensamiento, que puede o no ir acompañado de ansiedad. Los pensamientos paranoicos suelen implicar la creencia de que los demás quieren hacernos daño, aunque no sea cierto. Las personas con paranoia pueden sentir que están siendo injustamente atacadas, perseguidas u oprimidas, o pueden sentir que otros están conspirando para acosarlas o causarles daño.

La ansiedad puede preceder a los pensamientos paranoides

Una revisión sistemática de 19 estudios descubrió que la ansiedad parece tener una relación causa-efecto con la paranoia, pero los autores advierten que se necesita más investigación. Muchos de los estudios existentes sobre ansiedad y paranoia se diseñaron de forma que limitan las conclusiones. Además, otras investigaciones descubrieron lo contrario: quela ansiedad se desarrolla en personas que tienen paranoia, pero la paranoia no se desarrolla en personas que tienen ansiedad.

Los que sostienen que es probable que la ansiedad preceda o cause paranoia plantean la hipótesis de que esto podría deberse a un concepto denominado modelo de anticipación de amenazas. En el modelo de anticipación de amenazas, las ideas delirantes de que uno está siendo perseguido u objeto de daño se desarrollan cuando se dan tres procesos a la vez en respuesta a un factor estresante o a un acontecimiento de la vida. Los tres procesos implican pensar y sentir sobre uno mismo, los demás y el mundo de forma ansiosa, tener experiencias anómalas y excitación, y tener sesgos cognitivos.

Cómo afecta la regulación de la ansiedad a los pensamientos paranoides

En el modelo de anticipación de amenazas, dado que los pensamientos ansiosos son una parte clave del desarrollo de los pensamientos paranoides, reducir la ansiedad puede reducir la paranoia. Del mismo modo, aumentar la ansiedad puede aumentar la paranoia. La investigación apoya en cierta medida esta idea, ya que estudios anteriores han descubierto que las personas que experimentan dificultades para regular su ansiedad tienen más paranoia.

La ansiedad y la paranoia pueden implicar factores similares

Algunos investigadores han desglosado el modelo de anticipación de amenazas en aspectos más específicos, detallando los tipos exactos de pensamientos y sentimientos relacionados con la ansiedad que podrían preceder al desarrollo de la paranoia. Entre ellos se incluyen el estrés, los pensamientos negativos, la atención selectiva a las amenazas, la preocupación y los prejuicios con respecto a los riesgos. A continuación, exploraremos cada uno de estos tipos de tendencias y sucesos relacionados con la ansiedad y esbozaremos la investigación que rodea su relación con la paranoia.

Estrés

Experimentar factores estresantes puede provocar una respuesta de estrés y emociones que, a su vez, conducen a creencias negativas que desencadenan o refuerzan la paranoia. Aunque las creencias y pensamientos negativos son un problema, es posible que no se hubieran producido sin el estrés original. Los estudios han demostrado que el estrés y los pensamientos paranoicos están relacionados.

Cómo influyen la salud mental y el estrés en la paranoia

Un estudio descubrió que alrededor del 19% de las personas incluidas en la muestra de varios países experimentaron paranoia relacionada con la pandemia COVID-19. Los autores del estudio señalaron que las tasas de esta «paranoia pandémica» coincidían aproximadamente con otras medidas de salud mental tomadas durante la pandemia, como la prevalencia de la ansiedad. Aunque el estudio no investigó directamente si existía una conexión entre la ansiedad y la paranoia, ambas se produjeron en respuesta a un acontecimiento estresante global, lo que refuerza la idea de que el estrés desempeña un papel tanto en la ansiedad como en la paranoia.

Pensamientos negativos

Como ya se ha mencionado, el estrés puede dar lugar a pensamientos negativos, que a su vez pueden hacer más probable la paranoia. El pensamiento negativo puede ser distinto del pensamiento ansioso, pero ambos suelen solaparse entre sí, así como con la paranoia. Por ejemplo, una persona que se siente ansiosa y paranoica ante la posibilidad de que otros le hagan daño puede tener pensamientos negativos sobre su vulnerabilidad, sobre la falta de amabilidad de los demás o sobre la peligrosidad del mundo. Estos pensamientos irracionales pueden conducir a una baja autoestima y a una visión negativa de los demás y del mundo en general. Cuando las personas tienen este tipo de creencias negativas, tienden a emitir juicios distorsionados.

Algunas investigaciones también han examinado la relación entre la ansiedad, la paranoia y las metacogniciones negativas, que son pensamientos negativos sobre el propio pensamiento. Por ejemplo, una persona que experimenta metacogniciones negativas puede creer que sus pensamientos ansiosos están fuera de control o que sus pensamientos revelan algo negativo sobre su personalidad o su salud mental. Los investigadores descubrieron que la presencia de metacogniciones negativas predecía la presencia tanto de ansiedad como de paranoia un año después. Un concepto llamado modelo metacognitivo ayuda a explicar este fenómeno, argumentando que la forma en que las personas ven y responden a sus pensamientos ansiosos influye en su salud mental de cara al futuro.

Atención selectiva a las amenazas

Además del estrés y los pensamientos negativos, tanto la ansiedad como la paranoia suelen implicar una atención selectiva a las amenazas. Cuando una persona tiende a prestar atención selectiva a las amenazas, se fija más que los demás en la información o las situaciones potencialmente amenazadoras. También pueden percibir las amenazas de forma exagerada, asumiendo erróneamente que una situación potencialmente amenazadora tiene más probabilidades de convertirse en una situación peligrosa de lo que realmente es.

Sesgos de percepción del riesgo

Los sesgos de percepción del riesgo van de la mano de la atención selectiva a las amenazas y son más probables tanto en la ansiedad como en la paranoia. Cuando una persona tiene un sesgo de percepción del riesgo, suele exagerar el riesgo potencial asociado a una situación. Al igual que con la atención selectiva a las amenazas, tienden a suponer incorrectamente que una situación se volverá peligrosa o dañina. Sin embargo, también tienden a tener una suposición exagerada sobre cuánto daño causará la situación o cuán perjudicial será el resultado.

Enun estudio de investigación sobre los sesgos en la percepción del riesgo se analizaron dos grupos de personas: aquellas con síntomas de trastorno de ansiedad generalizada y aquellas con paranoia derivada de delirios psicóticos. Tanto las personas con ansiedad como las que padecían paranoia tendían a creer que era más probable que les ocurrieran acontecimientos negativos en un futuro próximo, en comparación con las personas que no padecían ansiedad ni paranoia. Ambos grupos también consideraban que los acontecimientos negativos causaban más daño en comparación con las personas sin ansiedad ni paranoia. Estos hallazgos pueden ayudar a los expertos a identificar tratamientos tanto para la ansiedad como para la paranoia, ya que cambiar las percepciones de riesgo de las personas puede reducir dichos síntomas.

Preocupación

Algunos expertos sostienen que la preocupación puede ser un conector entre la ansiedad y la paranoia. Las personas que experimentan tanto ansiedad como paranoia tienden a tener más preocupaciones relacionadas con la vida diaria, así como más preocupaciones metacognitivas. La preocupación metacognitiva, una forma de metacognición negativa, describe el momento en que una persona se preocupa por lo mucho que se ha estado preocupando.

Otras investigaciones han descubierto que la preocupación suele estar presente en la paranoia. Aunque la ansiedad suele ir acompañada de preocupación, ambas no son lo mismo. La preocupación implica pensar ansiosamente en el futuro, a menudo moviendo la mente a través de situaciones hipotéticas de resultados negativos. La preocupación puede manifestarse a través de problemas para relajarse o síntomas físicos, como tensión muscular o aceleración de los latidos del corazón. Se necesitan más investigaciones para aclararlo, pero una posibilidad es que la ansiedad sólo provoque paranoia cuando están presentes determinados elementos, como la preocupación, los pensamientos negativos u otras prácticas mentales. Un estudio con más de 2.000 participantes descubrió que la preocupación era un factor de riesgo para el desarrollo de nuevos pensamientos paranoides.

Algunos expertos sostienen que la preocupación puede formar parte de un continuo de paranoia. Según la idea del continuo de la paranoia, las personas con paranoia leve experimentan preocupación, mientras que las que padecen paranoia grave experimentan delirios extremos y se sienten convencidas de que hay complots contra ellas. Dentro de este marco, la preocupación y el delirio paranoide no son dos fenómenos separados, sino extremos opuestos en una escala que describe toda la gama de paranoia leve a grave.

La ansiedad y la paranoia son síntomas de trastornos mentales

La ansiedad y la paranoia también están relacionadas en el sentido de que ambas son síntomas de enfermedades mentales. Múltiples trastornos de salud mental se caracterizan por la presencia de paranoia, ansiedad o ambas. A continuación, veremos un breve resumen de estos trastornos.

Trastorno paranoide de la personalidad (PPD)

El trastorno paranoide de la personalidad es probablemente el trastorno más comúnmente asociado con la paranoia. Con este trastorno, una persona suele tener paranoia a largo plazo como rasgo de personalidad, aunque el tratamiento puede ayudar a reducir los síntomas. Este trastorno se considera un factor de riesgo para desarrollar un trastorno de ansiedad.

Trastorno límite de la personalidad (TLP)

El trastorno límite de la personalidad suele implicar graves cambios de humor, mala imagen de sí mismo y relaciones problemáticas, a menudo debido a un miedo subyacente al abandono. Aunque el trastorno límite de la personalidad no se caracteriza principalmente por la paranoia, un síntoma del TLP es el desarrollo de paranoia a corto plazo en momentos de estrés. A menudo, esta paranoia está relacionada con el miedo al abandono. Además de la paranoia temporal, las personas con TLP también pueden experimentar trastornos de ansiedad o ansiedad ante la posibilidad de perder relaciones.

Esquizofrenia

La esquizofrenia puede implicar una desconexión de la realidad a través de delirios, alucinaciones o ambos. Los delirios son creencias persistentemente falsas que pueden ser de naturaleza paranoide. Aunque no todas las personas con esquizofrenia padecen también ansiedad, ésta o un trastorno de ansiedad concurrente pueden ser frecuentes.

Trastorno delirante

El trastorno delirante es un trastorno relativamente raro que consiste en aferrarse a una creencia falsa durante más de un mes, a pesar de las pruebas que sugieren que la creencia no es cierta. Las creencias falsas de naturaleza paranoide son algunas de las más comunes entre las personas con trastorno delirante. Se considera que quienes las tienen padecen el tipo persecutorio del trastorno. Aunque la ansiedad no es un criterio diagnóstico, muchas personas con el tipo persecutorio del trastorno delirante también se sienten ansiosas e irritables.

Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un trastorno de ansiedad caracterizado por una preocupación excesiva. Como se ha comentado anteriormente, algunos expertos creen, y algunas investigaciones apoyan la idea de que esta preocupación podría causar o empeorar la paranoia.

Trastorno de ansiedad social

En el trastorno de ansiedad social, la persona suele sentir una ansiedad excesiva en situaciones sociales o en relación con ellas. La paranoia no es un criterio diagnóstico del trastorno de ansiedad social. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para confirmar si existe una relación entre el trastorno de ansiedad social y la paranoia.

Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

El trastornode estrés postraumático (TEPT) es un trastorno de ansiedad que puede desarrollarse después de que una persona haya experimentado un trauma que implique una amenaza o la percepción de una amenaza para su vida o la de otra persona. Las personas con TEPT pueden experimentar pensamientos intrusivos, flashbacks o pesadillas sobre su trauma. También pueden tener un estado de ánimo negativo, cambios en la cognición y un deseo de evitar situaciones que les recuerden el suceso traumático.

En algunos casos, las personas con TEPT también desarrollan alucinaciones o delirios. Sin embargo, estos no son criterios diagnósticos, sino que indican que una persona tiene una variante propuesta de TEPT con rasgos psicóticos. Es probable que las personas con TEPT que desarrollan delirios tengan delirios paranoides y crean que la gente les persigue.

Salud mental y pensamientos paranoides

Aunque los pensamientos paranoides pueden estar implicados en múltiples enfermedades mentales, como las descritas anteriormente, no todas las personas con pensamientos paranoides padecen una enfermedad mental. La frecuencia y la gravedad de los síntomas suelen determinar si existe o no una enfermedad mental. Sólo un profesional de la salud mental puede diagnosticar un trastorno relacionado con los pensamientos paranoides.

Tanto la ansiedad como la paranoia pueden tener su origen en problemas de salud física

La paranoia está relacionada con problemas de salud física, principalmente los que afectan al cerebro. La demencia, la epilepsia, los tumores cerebrales y las lesiones cerebrales traumáticas pueden causar paranoia en una persona. Del mismo modo, la investigación muestra que la ansiedad puede afectar hasta al 71% de las personas con demencia, y también es más común entre las personas con enfermedades médicas en general.

El insomnio está relacionado tanto con la ansiedad como con la paranoia

El insomnio puede ser a la vez causa y consecuencia de la ansiedad y la paranoia. Cuando dos factores se influyen mutuamente de esta forma, los expertos denominan a su relación bidireccional. Se necesita más investigación para comprender plenamente cómo se interrelacionan la ansiedad, la paranoia y el insomnio, pero experimentar uno de ellos puede aumentar el riesgo de que una persona experimente los otros.

El consumo de sustancias está relacionado tanto con la ansiedad como con la paranoia

El consumo de sustancias también puede provocar paranoia. Hay muchos informes anecdóticos de que el alcohol, el cannabis, los estimulantes y otras drogas recreativas pueden provocar paranoia en algunas personas. Del mismo modo, se dice que muchas de estas sustancias también provocan ansiedad.

Los efectos secundarios de la ansiedad y la paranoia pueden haber sido más estudiados entre los consumidores de cannabis. Una revisión sistemática de la ansiedad y el cannabis descubrió que ambos están relacionados y, en muchos casos, los consumidores de cannabis también informaron de paranoia. Sin embargo, los autores del estudio sostienen que los resultados carecen de pruebas sustanciales que respalden la idea de que el cannabis provoca ansiedad. En su lugar, plantean la hipótesis de que las personas predispuestas a la ansiedad buscan el consumo de cannabis para automedicarse.

Terapia para la ansiedad, la paranoia y el trastorno paranoide de la personalidad

Mientras los expertos siguen tratando de averiguar cómo se afectan mutuamente la ansiedad y la paranoia, quienes experimentan estos síntomas pueden beneficiarse de buscar ayuda. La terapia es una opción de tratamiento para ambos síntomas, tanto si la persona padece una enfermedad mental como el trastorno paranoide de la personalidad como si no.

Terapia en línea para enfermedades mentales

La terapia disponible a distancia puede ser especialmente atractiva, ya que una persona puede conectarse con un terapeuta desde la comodidad de su hogar. Con una plataforma de terapia en línea como ReachLink, los individuos pueden ser emparejados con un trabajador social clínico licenciado que se especializa en preocupaciones relacionadas con la ansiedad y la paranoia.

¿Puede la ansiedad causar paranoia? Terapia en línea para el tratamiento de trastornos mentales

La investigación sugiere que la terapia en línea puede ser efectiva para la ansiedad y otros trastornos mentales. Un estudio publicado en 2017 encontró que la terapia cognitivo-conductual en línea era efectiva para el trastorno de ansiedad generalizada, la ansiedad social y el trastorno bipolar, este último puede causar paranoia en algunas personas.

Para llevar

Si bien muchos estudios de investigación sugieren que la ansiedad causa paranoia, los resultados son mixtos y se necesitan más estudios. Algunos expertos sostienen que la ansiedad causa paranoia, mientras que otros sostienen que la paranoia causa ansiedad. Otros sostienen que otras variables, como los patrones de pensamiento, los problemas de salud y el insomnio, pueden causar tanto ansiedad como paranoia. Independientemente de cuál sea el síntoma causante, ambos suelen estar relacionados. Las personas que experimentan ansiedad, paranoia o ambas pueden buscar ayuda, y la terapia es una opción de tratamiento disponible. Dé el primer paso para obtener ayuda con la ansiedad o la paranoia contactando con ReachLink hoy mismo para ponerse en contacto con un trabajador social clínico licenciado especializado en estos problemas.


PREGUNTAS FRECUENTES

  • ¿Cómo puedo saber si mi ansiedad está dando lugar a pensamientos paranoides?

    Entre los signos más comunes se incluyen la preocupación persistente por las intenciones de los demás, la dificultad para confiar incluso en las relaciones cercanas, la interpretación de situaciones neutras como amenazantes y la ansiedad intensa ante situaciones sociales. Si estos pensamientos interfieren en su vida diaria o en sus relaciones, es importante buscar ayuda profesional a través de la terapia.

  • ¿Qué enfoques terapéuticos son más eficaces para controlar la paranoia inducida por la ansiedad?

    La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia dialéctico-conductual (TDC) son especialmente eficaces. Estos enfoques le ayudan a identificar patrones de pensamiento, desafiar los pensamientos paranoicos, desarrollar estrategias de afrontamiento y aprender técnicas de atención plena para controlar la ansiedad. Su terapeuta ReachLink personalizará estos enfoques basados en la evidencia a sus necesidades específicas.

  • ¿Cómo funciona la terapia en línea a través de ReachLink para la ansiedad y los pensamientos paranoides?

    ReachLink te conecta con terapeutas licenciados a través de sesiones de vídeo seguras. Recibirás terapia personalizada desde la comodidad de tu casa, con sesiones regulares centradas en la comprensión de tus patrones de pensamiento, el desarrollo de estrategias de afrontamiento y el fomento de la confianza. Nuestra plataforma garantiza la confidencialidad a la vez que proporciona un cómodo acceso al apoyo profesional.

  • ¿Cuáles son algunas de las estrategias de afrontamiento inmediatas que puedo utilizar cuando experimento pensamientos paranoides?

    Los terapeutas recomiendan técnicas de enraizamiento como ejercicios de respiración profunda, comprobar la realidad de los pensamientos examinando las pruebas, practicar la atención plena para estar presente y llevar un diario de pensamientos. Estas estrategias, combinadas con sesiones regulares de terapia, pueden ayudar a controlar tanto la ansiedad como los pensamientos paranoides.

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